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El coronavirus no para la catequesis

Que le es propio: la educación en la fe de sus hijos. Es cierto que ya se venía haciendo en muchos hogares, pero en este tiempo la cantidad de familias que se han llevado la catequesis del ámbito parroquial al doméstico se ha incrementado significativamente.

Lo que inicialmente hizo tambalear el ritmo parroquial de la catequesis por el contrario se había convertido en una nueva y fructuosa oportunidad. Las redes sociales, blogs y webs parroquiales se han llenado

de la participación y actividades de los niños y jóvenes de la catequesis. La celebración del domingo y la Semana Santa, que vivimos en pleno confinamiento, tuvo una participación activa de todos los de casa. Queda para nuestra historia particular la aportación que niños, catequistas y padres y madres han compartido. Los ecos de la Palabra de Dios y la oración en familia que se han publicado en este tiempo, dan testimonio de una Iglesia viva que se apoya firmemente en la Iglesia Doméstica.

En todo momento, durante este proceso, la Delegación de Catequesis de nuestra Diócesis de Santiago no ha parado. Consciente de la situación y de su misión estuvo presente entre los catequistas de las parroquias, entre los padres y los sacerdotes. La elaboración de materiales y propuesta de actividades e iniciativas, la mayoría de ellas digitales, han convertido la web www.catequesisdegalicia.es en un portal de acceso y ayuda para miles de personas, alcanzando cifras que no entraban inicialmente en las expectativas, con más de 45.000 visitas en sólo un fin de semana. No es que importe la cantidad de entradas en la web. Lo que importa es el dato que nos ofrece: es síntoma de una iglesia que se mueve y trabaja en comunión, que en las dificultades se une y comparte lo que tiene.

Los niños y jóvenes continuaron recorriendo el camino de la Iniciación Cristiana y en medio de la crisis del Covid-19 la catequesis ha quedado reforzada. Ahora nos acercamos al verano y a la celebración de las primeras comuniones. Seguimos adaptándonos a la nueva situación que, aunque camina hacia la normalidad, lo hace muy lentamente. De la misma forma que la catequesis no para, se queda en casa, las celebraciones de las comuniones tampoco paran, se celebran con los de casa. Y la vida de la Iglesia sigue, no se para.

La Delegación Diocesana de Catequesis desea y se esfuerza en que lo que hemos vivido nos sirva de impulso en el futuro, apostando decididamente por:

  • una catequesis y pastoral de la iglesia doméstica.
  • el uso de las nuevas tecnologías.
  • concentrar la pastoral y la catequesis en torno al domingo.