Se suele decir que buenas noticias no son noticias, porque los humanos tendemos más a regocijarnos en las calamidades que a fijarnos en las excelentes buenas nuevas que podemos ver cada día. Como todos los periodistas sufrimos esa tendencia a ser unos auténticos cenizos empeñados en buscar la mayor desgracia, hoy me pongo el reto de enumerar hasta diez buenas noticias de este año. Seguro que van a quedar muchas otras en el tintero- pido perdón de antemano- pero ahí van:
En primer lugar es una excelente noticia que hayamos superado los 300.000 peregrinos. Son un auténtico ejército de inconformistas que se han revelado contra la filosofía de la comodidad y han buscado la espiritualidad visitando la tumba del Apóstol. En tiempos del nihilismo la religiosidad surge por donde menos se la espera.
Otra buena noticia, y es la segunda, la vemos cada día cuando caminamos por la plaza del Obradoiro y vemos las obras en la fachada de la Catedral. Han sacado ya los andamios de las torres y el resultado es espectacular. Da gusto ver como conservamos el patrimonio que nos dejaron nuestros antepasados y lo bien que se lo vamos a dejar a los que vengan. Observar una obra artística como la fachada del Obradoiro acerca al hombre a Dios, sin duda.
El pasado mes de marzo vivimos en Milladoiro uno de los grandes acontecimientos del año: la inauguración de la Iglesia de San José, tan demandada por los vecinos y tan esperada por la parroquia. El nacimiento de un templo vivo en una de las zonas de mayor dinamismo demográfico de la comarca de Santiago es sin duda una estupenda tercera buena noticia.
En cuarto lugar no podemos olvidar la inauguración de las nuevas instalaciones del Centro Vieiro de Cáritas en Carretas. La grandeza de una ciudad no se mide sólo por sus monumentos o por su urbanismo sino por la capacidad que tiene para arropar a los que por una razón o por otra no pueden arreglarse por sí mismos. Los que miran por el prójimo nos dan cada día miles de buenas noticias.
Como quien no quiere la cosa llegamos al ecuador de esta enumeración, y ha sido también muy positiva la instalación en numerosos puntos de la ciudad de contenedores para recoger ropa que luego gestionan desde Arroupa. Más allá de los tradicionales roperos, Cáritas dignifica el modo de acceso a esos bienes de quien no tiene dinero para acudir a una tienda. Bravo de nuevo por ellos.
En sexto lugar tenemos la recuperación económica, que aunque no sea todo lo sólida que nos gustaría está ahí, y está permitiendo que muchos parados puedan volver a encontrar trabajo. Queda mucho por hacer, pero las bases están sentadas.
Y precisamente como de todo se aprende, también es buena noticia la enorme lección que nos ha dado la crisis económica. Cada vez vemos a más personas convencidas de que con los pelotazos no vamos a ninguna parte y que las cosas se consiguen con trabajo sostenido. Ahora estamos vacunados contra las burbujas, esperemos que no se nos olvide nunca.
Como octava noticia de este año podemos citar la enorme capacidad de organización de los cristianos de la diócesis de Santiago, que acudieron por miles a Fátima para acompañar al Papa Francisco en Mayo. Muchos apenas durmieron en el viaje, pero sabían que la experiencia valía con creces la pena. Portugal estuvo ese día llego de gallegos y no conozco a nadie que se haya arrepentido de estar allí. Por algo será.
De lo más grande a lo más simple. El festival de panxoliñas que se celebró en La Salle hace sólo unos días es una estupenda novena noticia, porque estamos en Navidad y que los niños recojan las tradiciones religiosas nos tiene que hacer llenos de orgullo. Ver a los niños disfrutar cantando villancicos es impagable.
Y estos días de Adviento, precisamente, nos dejan también una fantástica décima noticia. Los portales de Belén recuperan terreno, y prueba de ello está la enorme afluencia que tiene el de la iglesia de San Fiz, el de la Catedral u otros de nuestro entorno como el que cada año montan en Valga.
¿Un deseo para 2018? Hay muchos pero por ejemplo estaría bien fijarse más en lo bueno. Es un buen propósito para Enero.
Alberto Varela
Periodista COPE