En las proximidades de San José tenemos presente al corazón de la diócesis, a nuestro Seminario, ya que es misión de todos. Rezamos por las vocaciones, por los seminaristas y sobre todo pedimos al dueño de la mies que mande operarios a su mies.
En este tiempo de cuaresma nuestra mirada esta puesta el la Pascua que da sentido a toda nuestra vida Cristiana.
Una pascua que nos invita a seguir la luz del resucitado, trabajando aquí y ahora para que los valores del reino se establezcan a nuestro alrededor.
Nuestra fe, camino individual que tenemos que recorrer, nos invita a poner nuestros ojos en Cristo, punto de encuentro entre Dios y el hombre, pero también nos compromete en nuestro día a día para trabajar y construir el reino de Dios entre nosotros.
En un momento en el que la iglesia y todos los que la formamos estamos cuestionados, más aún su cabe, estamos llamados a vivir como hombres nuevos, muertos al pecado, y a vivir como hombres nuevos nacidos de la Pascua.
Que todo lo que significa el Cristo Resucitado se haga realidad en todos los bautizados y que seamos capaces de construir un mundo nuevo, donde los valores del reino sean una realidad no una utopía.
Josecho López Moldes