Es curioso que cuando se acerca la época navideña, los canales de televisión e incluso el cine, recurre a emitir o proyectar en sus salas películas que tratan la navidad o donde hay mucha nieve, santas Claus o papa Nöel, películas de factura de las productoras multinacionales, donde van más por el éxito comercial que por la navidad en si misma, esto en cuanto al cine.
Pero hay películas que pasan desapercibidas, la mayoría de ellas buenas en lo que se refiere a la Verdadera Navidad como tal, y no me refiero a las películas explícitamente religiosas, sino a películas que nos acercan y nos llevan hacia un espíritu navideño, llamado cine espiritual, donde el problema humano tiene una trascendencia que nos lleva a vivir con esperanza la Navidad.
“Todo está bien” es una película norteamericana producida por MIramax Films y distribuida por Walt Disney Spain en el año 2009, dirigida por Kirk Jones (“Mi gran boda 2”, “La niñera mágica”,…) e interpretada magníficamente por Robert de Niro, Kate BecKinsale, Drew Barrymore, San Rockwell y Katherine Moennig. Esta película es un remake de la cinta de 1990 que dirigió Giuseppe Tornatore (“Stanno tutti bene”).
Es una conmovedora comedia dramática que nos cuenta una historia familiar muy común en nuestro mundo moderno. Padres y hermanos que viven a cientos de kilómetros, demasiado inmersos en el torbellino de la vida moderna para encontrar tiempo de llamarse, y demasiado preocupados por sus propias familias y amigos para encontrar tiempo de volver a casa.
La historia de esta película trata de la familia en fechas de navidad y del tema de la soledad en navidad, a partir de la jubilación de un padre viudo (Robert de Niro) que quiere reunir en torno a la mesa por navidad a sus cuatro hijos. Pero al ver que ninguno de ellos se presenta, decide emprender un viaje para visitarlo, descubriendo que la realidad de sus vidas nada tiene que ver con lo que é imaginaba.
Un drama que con dosis de comedia que os hace vibrar y sentir lo importante de la familia sobre todo es estas fechas navideñas. Es una película para sacar muchas cosas positivas si se analiza bien, incluido el orgullo del padre al ver que sus niños (ahora hombres y mujeres) tienen como fondo los éxitos y adquisiciones, como si se tratase de pruebas para seguir presumiendo de lo que gracias a él, ahora son sus hijos.
Ángel Fernández Prado
Director de “The secret” y sacerdote