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Principios de la campaña “la catequesis no se para, se queda en casa”

El principio de cada curso pastoral nos reunimos y allí establecemos cuáles van a ser las campañas importantes o los eventos. Con la pandemia, este año, eso se “rompió”; aunque no del todo, porque no cortamos lo que veníamos haciendo, sino que lo enfocamos de un modo nuevo. Decidimos crear la campaña “la catequesis no se para, se queda en casa”. Mantendríamos el programa catequético existente y lo centraríamos en el final de curso confinados en los domicilios. Nos basamos en cuatro principios teológico-pastorales:

1º. El domingo, día del Señor, día para celebrar en familia y en casa. Día de la catequesis por excelencia.

2º. La familia y el hogar como lugar de la catequesis.

3º. Los instrumentos. Nos apoyamos en los medios telemáticos. Adaptamos los catecismos de la Conferencia Episcopal para este tiempo. Los enviamos por correo, los albergábamos en nuestra web, etc.

4º. Los padres como catequistas de sus hijos, apoyados en todo momento por los catequistas de la parroquia, por el párroco y por la Delegación de Catequesis.

 

ANA ES DISEÑADORA DE MUCHOS MATERIALES. EL MAYOR RETO.

El intento de desarrollar el programa “la catequesis no se para, se queda en casa, suponía que todos los días teníamos que estar “subiendo” materiales a la red. Este “subir” significa “crear” materiales, la mayor parte de las veces. Los materiales suelen ser propios; si encontramos alguno que nos guste, lo incorporamos, citando la fuente o lo adaptamos. Nosotros tenemos el “Por si” (en referencia a “Por si puede ser útil”), un subsidio litúrgico que se envía a todos los que están suscritos como ayuda para celebrar la Misa. Pero ahora había que adaptarlo a la “celebración familiar” que se imponía mientras no era posible la asistencia presencial a la Eucaristía del domingo. Eso lleva tiempo y va un poco contrarreloj. Me dan un texto y yo tengo que buscarle “vida”; en muchos casos, he de maquetarlo. Por ejemplo: toca “Pentecostés”; pues he de buscar materiales para que niños y catequistas puedan VIVIR Pentecostés. Lo más difícil para mí es adaptar un tema a las distintas edades de los destinatarios.

 

QUIÉN OS EXPLICA EL MODO DE ADAPTAR ESOS CONTENIDOS

¡Soy católica! Es cuestión de ponerse. Vas haciendo cosas y vas aprendiendo. En la Delegación también tenemos formación, cierto. Pero para ser un buen católico o una buena católica es muy importante amar lo que uno conoce y vive de su fe, de su relación con Dios. Para mí, el buscar la propia formación, pertenece a la entraña misma de la fe. Hago lo que me gusta e intento que resulte lo mejor posible. Si se trata de un tema específico de Moral, Liturgia, etc., procuro que antes lo vea algún experto en la materia. La catequesis no deja de ser un compendio de Teología, pero ha de adaptarse a quien tienes delante. Y eso requiere un esfuerzo especial.

 

PONIENDO NOTA AL TRABAJO CATEQUÉTICO PARROQUIAL

Eso es dificilísimo. La homilía puede ser un buen termómetro de la catequesis en la parroquia. El 80-90% de las personas no tienen un lenguaje teológico ni el vocabulario que permita hacer llegar los temas cristianos con pedagogía y comprensión. El concepto de “cultura religiosa” que se presuponía en una sociedad mayoritariamente cristiana, ha cambiado. Ya no existe como tal. Si sacerdotes y catequistas no lo tenemos en cuenta, cuando traslademos el mensaje del Evangelio a nuestros oyentes, nos llevaremos la sorpresa de que no se entenderá.

Queda mucho camino por andar. Soy catequista en la parroquia de Padrón. También, maestra de vocación. Para mí la formación es fundamental. No hay una dicotomía entre ser santos o sabios. Ambas cosas son importantes. Incluso, la sabiduría bien entendida lleva a la santidad. Hoy hace falta la formación de los catequistas y, además, la de la comunidad parroquial en general. Cuando los niños llegan a la catequesis parroquial, se aprecia que, con frecuencia, la fe vivida en sus casas carece de elementos básicos. Esa formación rudimentaria no siempre les permite enlazar con los contenidos y la vivencia existentes en la comunidad. Por eso, se necesita comenzar por los rudimentos, por las cuestiones primeras, sin dar nada por supuesto.

 

VALORACIÓN DE LA RESPUESTA DE LOS CATEQUISTAS, UNIDOS A LA DELEGACIÓN PARA TRABAJAR CON LAS FAMILIAS.

La estadística de las visitas a nuestra página demuestra que se ha realizdo un gran trabajo de respuesta a las nuevas condiciones que la pandemia imponía. A través de cuatro grandes bloques de materiales se buscó concretar “la catequesis no se para, se queda en casa”: 1.- Un material celebrativo catequético para el domingo, basado en la Palabra dominical. La gente y los sacerdotes valoran muchísimo esta propuesta. Fuera de Galicia ha tenido enorme éxito. 2.- “Por si puede ser útil”, enviado por correo y puesto en la página web, se ha mantenido como de costumbre. 3.- Otro material más específico, catequético, para la Iniciación Cristiana, siguiendo las pautas de la Conferencia Episcopal: para el Despertar Religioso, Primera Comunión y Confirmación. Estos dos últimos apartados, lógicamente, son los que han tenido mayor demanda. 4.- Por último, un material complementario: un amplio abanico de cuestiones complementarias para los usuarios de catequesis, con distintas posibilidades.

Yo destacaría el material celebrativo-catequético y el material específico de catequesis para la Iniciación Cristiana. El primero es un apoyo para la celebración dominical. Cuando no se podía ir a Misa y ésta se seguía por la televisión, se planteaba un momento catequético a la hora de la homilía; como un refuerzo a lo que estábamos viendo. Todo como muy bien sincronizado. Se hace de un modo vistoso, atractivo estéticamente para los jóvenes. Los catequistas que están en contacto con sus catequizandos, agraden mucho este tipo de materiales porque ya no tienen ellos que “crear” algo especial para compartir con su grupo, con sus muchachos. Así, no necesitan rudimentos técnicos especiales para poder mantener la marcha de la catequesis “a distancia”. Las catequesis están basadas en el Evangelio del domingo. Con ello, se consigue mantener el “alimento” inmejorable que supone la Palabra de Dios en su recorrido cíclico habitual, complementándolo con el tema del Catecismo de la Conferencia Episcopal que mejor se adapte a las Lecturas correspondientes.

 

EL PAPEL DE LOS PADRES. SU RESPUESTA COLABORATIVA

La clave, sinceramente, fue el Espíritu Santo. Yo pensaba, al principio, que la respuesta no sería tan positiva. Salvo la de quienes se implican siempre en todo. Me sorprendió la amplia acogida por parte de la mayoría de familias. Los materiales son amenos, sí; y no se podía “salir” de casa. Pero algo que ha traído un desastre sanitario y mortal, como la epidemia, a muchos les ha removido interiormente. Mucha gente “repensó” la fe, su relación con Dios. Incluso creo que se llegó a una conclusión que no aflora de buenas a primeras: “echo de menos ir a Misa”. Creo que la Iglesia, haciéndolo bien, de aquí puede sacar algo bueno.

 

LA REVISIÓN DEL TRABAJO.

Por un feedback muy amplio conocimos cómo iban respondiendo la gente. Los envíos por correo electrónico o los materiales que se ofrecen desde la web, dan la opción de que los receptores puedan dejar sus comentarios. O sus preguntas y sus dudas. Antes no era tan habitual que recibiésemos tantas respuestas y declaraciones. Desde el confinamiento esto ha aumentado. Nos han llegado muchas valoraciones, aportaciones, fotografías de cómo habían puesto en práctica los retos planteados para cada domingo, etc. (Por ejemplo, en Semana Santa, hubo alguna propuesta como la de confeccionar una Palma de Ramos y colocarla en la ventana como testimonio de fe vivida y compartida; luego nos enviaban, con orgullo, imágenes de cómo resultó).

 

LA INSPIRACIÓN PARA UNA CONSTANTE RENOVACIÓN.

A mí me dicen “prepara tal cosa” y la primera respuesta que se me ocurre, interiormente, es “bueno, bendito sea Dios”… Luego, preparo un boceto, como para cualquier otro trabajo. Ese boceto se va enriqueciendo, transformándose, con las aportaciones de todos y puede terminar siendo algo muy distinto al esquema inicial.

La inspiración también llega rezando, no lo olvidemos. Y esto se complementa pidiendo asesoramiento. Nadie mejor que el Espíritu, con sus años de “experiencia”. Durante el confinamiento, este trabajo en equipo se llevó a cabo de forma virtual.

EL MODO DE ENFOCAR TUS TAREAS DE DISEÑO

Teniendo siempre presente la misión: que los chavales comprendan mejor el tema de que se trate y que, al final, acaben amando más a Dios, a Jesucristo, a la Iglesia. Si yo puedo ser un instrumento sencillo, pero útil en esa tarea, pues encantada.

 

REPARTO DEL TRABAJO

A partir de las reuniones iniciales cada mes de septiembre, elaboramos una agenda de catequistas. Ahí figuran los temas fundamentales y los objetivos para cada tiempo litúrgico y cada etapa de formación. En el reparto de tareas no hay “compartimentos estancos”. Quisiera referirme a un ejemplo concreto: apoyados en el magisterio de Don Julián, elaboramos otro programa: “la Comunión no se para, se celebra con los de casa”. Una vez que la desescalada para retomar la actividad de la sociedad se iba implementando, nos dimos cuenta de que lo “telemático” está muy bien, pero nos hace falta el contacto. Había que retomar la vida pastoral, poco a poco, en su conjunto. Así, mientras yo preparo y maqueto las catequesis de Primera Comunión y Confirmación, otras personas mantienen viva la página web con noticias, o respondiendo a las cuestiones que llegan por correo electrónico, etc. Es un trabajo muy solidario.

 

LO QUE SE HA PODIDO APRENDER PARA INCORPORARLO EN EL FUTURO

Está claro que hemos de adecuarnos a los tiempos que corren. Y es cierto que, si a los chavales les pones un catecismo delante (en formato “libro”, me refiero), tal vez mirarán un rato para la tapa y listo. Pero si les ofreces el catecismo en el ipad o unas preguntas de catequesis con el formato de un concurso tipo “Quién quiere ser millonario”, ¡ah!, entonces ya hemos creado una expectación con la que pueden conectar. Este tiempo nos hizo pensar mucho en eso. Ya lo teníamos en mente, pero nos lo sucedido ha afianzado nuestra idea. Personalmente, yo prefiero un libro en papel, pero he de ser muy consciente de que a las nuevas generaciones (también quienes se preparan para la Confirmación) el papel les va resultando “antiguo”. Les va más todo el tema de las redes sociales, lo relativo a juegos de la “play”, etc. Así lo han confirmado las presentes circunstancias. Si al principio de este curso pastoral yo les hubiese dicho a los chicos y chicas: “os voy a dar un folleto de 8 hojas para que el domingo lo veáis en casa, con vuestros padres…” ¡Buf! En cambio, la mayoría de mis confirmandos llevó a cabo las tareas que les propuse (se las había planteado de modo totalmente voluntario); venían en un formato y un lenguaje  actuales. Influye mucho el cómo les presentamos las cosas Esta “época” nos lo dejó muy claro

 

CUESTA RETORNAR AL TEMPLO. PERO LA PRESENCIALIDAD IMPORTA

La inmensa mayoría echamos de menos la comunidad o el espacio parroquial en sí. Experimentamos esa necesidad de vivir en comunidad la fe. Siempre echas de menos aquello que no tienes y, como no se podía ir a Misa para celebrarla juntos, lo añoramos. Ya pocos dudan de que la fe se vive mejor en comunidad.

 

Ana María Limes