A veces uno tiene la sensación de que el tiempo pasa volando. Parece que hace un par de días estábamos instalando los belenes en nuestras parroquias y sin embargo ya estamos en tiempo de filloas y orejas de carnaval. Sin duda, el tiempo vuela… parece que fuimos a votar ayer y ya ha pasado más de un mes. Nuestro día a día está tan sumergido en noticias, declaraciones, opiniones, experiencias, etc. que casi sin darnos cuenta estamos un año más a a las puertas de la Cuaresma.
Algunos se empeñan en «relajar» este tiempo de preparación para la Pascua del Señor, pero quizás deberíamos hacer un esfuerzo, tal y como nos indicó el Papa Francisco al convocar este Año de la Misericordia con la Bula Misericordiæ vultus: «La Cuaresma de este Año Jubilar sea vivida con mayor intensidad, como momento fuerte para celebrar y experimentar la misericordia de Dios. ¡Cuántas páginas de la Sagrada Escritura pueden ser meditadas en las semanas de Cuaresma para redescubrir el rostro misericordioso del Padre!» (MV 17).
Este tiempo debe ser un verdadero encuentro con nosotros mismos, con los demás y, sobre todo, con el Señor; de tal forma que todas las dimensiones de nuestra vida sean impregnadas por la misericordia de Dios. Desde esta perspectiva la Iglesia nos invita a vivir la Cuaresma a la luz del Año de la Misericordia y haciendo uso de los diversos materiales y subsidios que se han publicado (los citamos al final), en los que se proponen diferentes iniciativas y celebraciones.
De todas ellas, el Papa Francisco pone en el centro «el sacramento de la Reconciliación, porque nos permite experimentar en carne propia la grandeza de la misericordia. Será para cada penitente fuente de verdadera paz interior» (MV 17). Así como las “24 horas para el Señor”, instando a que se celebre en todas las diócesis el viernes y sábado que anteceden el IV domingo de Cuaresma (Gaudete).
Este tiempo también puede ser propicio para meditar personalmente o de forma comunitaria las «obras de misericordias», tan desconocidas para muchos:
Obras de misericordia corporales:
1) Visitar a los enfermos
2) Dar de comer al hambriento
3) Dar de beber al sediento
4) Dar posada al peregrino
5) Vestir al desnudo
6) Visitar a los presos
7) Enterrar a los difuntos
Obras de misericordia espirituales:
1) Enseñar al que no sabe
2) Dar buen consejo al que lo necesita
3) Corregir al que se equivoca
4) Perdonar al que nos ofende
5) Consolar al triste
6) Sufrir con paciencia los defectos del prójimo
7) Rezar a Dios por los vivos y por los difuntos.
Pero a parte de las propuestas del Papa también nuestro Arzobispo nos anima a orar en esta Cuaresma –a luz de la misericordia de Dios– en las celebraciones dominicales añadiendo una sencilla petición en la oración de los fieles, por ejemplo:
Domingo I de Cuaresma
Te rogamos, Dios misericordioso, que nos concedas las fuerzas necesarias para no caer en las tentaciones y seducciones de este mundo.
Domingo II de Cuaresma
Tú que te elevas en tu trono y eres rico en misericordia, impúlsanos durante este Año Jubilar y transfigura nuestras vidas según tu voluntad.
Domingo III de Cuaresma
Dios eterno y lleno de misericordia, que quieres que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad, haz que produzcamos abundantes frutos de conversión.
Domingo IV de Cuaresma
Señor de misericordia, te pedimos que todos los hombres puedan alegrarse y ser confortados con el perdón que de ti procede.
Domingo V de Cuaresma
Tú, que perdonaste a la mujer arrepentida y cargaste sobre los hombros a la oveja descarriada, no apartes de nosotros tu misericordia.
Domingo de Ramos
Tú, que en la Cruz has querido abrirnos la puerta de la misericordia, haz que nunca nos apartemos del camino que lleva a la vida.
Pueden ser infinitas las iniciativas y propuestas para esta Cuaresma, ya sean muy creativas o más sencillas, pero, sin duda, todas ellas deben llevarnos a experimentar la misericordia de Dios en un tiempo nuestro corazón se prepara para celebrar el acontecimiento más importante de nuestra vida cristiana, la Pascua.
Subsidios:
Colección de subsidios “Jubileo de la Misericordia. Un año de gracia del Señor”, Conferencia Episcopal Española, Edice, Madrid 2016.
Subsidios “Misericordiosos como el Padre”, Pontificio Consejo para la promoción de la Nueva Evangelización, BAC, Madrid 2015.
Óscar Valado
Director del Secretariado de Música Sacra
www.liturxia.com
A CORESMA, TEMPO DE MISERICORDIA
Ás veces un ten a sensación de que o tempo pasa voando. Parece que hai un par de días estabamos instalando os beléns nas nosas parroquias e, con todo, xa estamos no tempo das filloas e orellas do Entroido. Sen dúbida, o tempo voa… parece que fomos votar onte e xa pasou máis dun mes. O noso día a día está tan mergullado en noticias, declaracións, opinións, experiencias, etc. que case sen darnos conta estamos un ano máis á as portas da Coresma.
Algúns empéñanse en «relaxar» este tempo de preparación para a Pascua do Señor, pero quizais deberiamos facer un esforzo, tal e como nos indicou o Papa Francisco ao convocar este ano da Misericordia coa Bula Misericordiæ vultus: «Que a Coresma deste ano Xubilar sexa vivida con maior intensidade, como momento forte para celebrar e experimentar a misericordia de Deus. Cantas páxinas da Sagrada Escritura poden ser meditadas nas semanas da Coresma para redescubrir o rostro misericordioso do Pai!» (MV 17).
Este tempo debe ser un verdadeiro encontro connosco mesmos, cos demais e, sobre todo, co Señor; de tal forma que todas as dimensións da nosa vida sexan impregnadas pola misericordia de Deus. Desde esta perspectiva a Igrexa invítanos a vivir a Coresma á luz do ano da Misericordia e facendo uso dos diversos materiais e subsidios que se publicaron (citámolos ao final), nos que se propoñen diferentes iniciativas e celebracións.
De todas elas, o Papa Francisco pon no centro «o sacramento da Reconciliación, porque nos permite experimentar en carne propia a grandeza da misericordia. Será para cada penitente fonte de verdadeira paz interior» (MV 17). Así como as “24 horas para o Señor”, instando a que se celebre en todas as dioceses o venres e sábado que anteceden o IV domingo de Coresma (Gaudete).
Este tempo tamén pode ser propicio para meditar persoalmente ou de forma comunitaria as «obras de misericordias», tan descoñecidas para moitos:
Obras de misericordia corporais:
1) Visitar os enfermos
2) Dar para comer ao famento
3) Dar de beber ao sedento
4) Dar pousada ao peregrino
5) Vestir o espido
6) Visitar os presos
7) Enterrar os defuntos
Obras de misericordia espirituais:
1) Ensinar o que non sabe
2) Dar bo consello ao que o necesita
3) Corrixir o que se equivoca
4) Perdoar o que nos ofende
5) Consolar o triste
6) Sufrir con paciencia os defectos do próximo
7) Rezar a Deus polos vivos e polos defuntos.
Pero a parte das propostas do Papa tamén o noso Arcebispo nos anima a orar nesta Coresma – á luz da misericordia de Deus – nas celebracións dominicais, engadindo unha sinxela petición na oración dos fieis, por exemplo:
Domingo I de Coresma
Rogámosche, Deus misericordioso, que nos concedas as forzas necesarias para non caer nas tentacións e seducións deste mundo.
Domingo II de Coresma
Ti que te elevas no teu trono e es rico en misericordia, impúlsanos durante este ano Xubilar e transfigura as nosas vidas segundo a túa vontade.
Domingo III de Coresma
Deus eterno e cheo de misericordia, que queres que todas as xentes se salven e cheguen ao coñecemento da verdade, fai que produzamos abundantes froitos de conversión.
Domingo IV de Coresma
Señor de misericordia, pedímosche que todas as persoas poidan alegrarse e ser confortadas co perdón que de ti procede.
Domingo V de Coresma
Ti, que perdoaches a muller arrepentida e cargaches sobre os teus ombreiros a ovella descarreirada, non apartes de nós a túa misericordia.
Domingo de Ramos
Ti, que na Cruz quixeches abrirnos a porta da misericordia, fai que nunca nos apartemos do camiño que leva á vida.
Poden ser infinitas as iniciativas e propostas para esta Coresma, xa sexan moi creativas ou máis sinxelas, pero, sen dúbida, todas elas deben levarnos a experimentar a misericordia de Deus nun tempo no que o noso corazón se prepara para celebrar o acontecemento máis importante da nosa vida cristiá, a Pascua.
SUBSIDIOS:
Colección de subsidios “Xubileu da Misericordia. Un ano de graza do Señor” , Conferencia Episcopal Española, Edice, Madrid 2016.
Subsidios “Misericordiosos como o Pai”, Pontificio Consello para a promoción da Nova Evanxelización, BAC, Madrid 2015.